domingo, 9 de junio de 2013

Videos sobre los temas 1 y 2


Videos que ejemplifican la sociopedagogía ideológica, un ejemplo de la sociología enciclopédica










TEMA 2:LAS RELACIONES ENTRE LA PEDAGOGIA Y AL SOCIOLOGIA

Producto a evaluar:

ENSAYO (reflexión sobre determinado tema escrito en las propias palabras) de una cuartilla (1 hoja)

Elegir entre cinco temas:
1.    Señalar los cambios históricos que se dieron dentro de la sociología y la pedagogía durante los siglos XIX y XX.
2.    Mencionar cómo eran las relaciones entre la pedagogía y la sociología durante los siglos XIX y XX.
3.    Explicar las diferencias entre la sociología enciclopédica y la analítica y entre la pedagogía individualista y las pedagogías sociales y culturales.
4.    Comparar los tres tipos de sociología enciclopédica (ideológica, la ciencia de la educación de Durkheim y la sociología de la educación norteamericana) mencionando sus similitudes y diferencias.
5.    Analizar por qué es importante conocer los antecedentes históricos tanto de la pedagogía como de la sociología para entender el surgimiento de la sociología de la educación.


ASPECTOS A EVALUAR
PUNTUACIÓN
Portada: Logo universidad, Licenciatura, Cuatrimestre, Asignatura, Título (a elección del alumno), Nombre alumno y fecha
0.5
Párrafo de introducción
0.5
Información presentada de manera sencilla y secuencial
1.0
Información apegada a lo visto en clase, a reportes de lectura y trabajo escrito
1.0
Información escrita en las propias palabras (sin copiar y pegar)
1.0
Párrafo de conclusión
1.0

TEMA 2:LAS RELACIONES ENTRE LA PEDAGOGIA Y LA SOCIOLOGIA

Pedagogía y sociología enciclopédica y analítica

Pedagogía y sociología enciclopédica
      Según la concepción de la sociología enciclopédica, el fenómeno educativo es una manifestación más de la sociedad, tal como la lengua, la moral, la religión, el arte, etc.
      La sociología, al tener conocimiento de todos los fenómenos sociales y explicarlos, se transforma en el “método” para tratar el fenómeno educativo.
      Esta manera de ver e interpretar “todos” los fenómenos humanos llegó a llamársele  “sociologismo”.
      Cada situación histórico-social determina el tipo de educación, los fines y los contenidos educativos que se enseñarán en función de una sociedad predeterminada.
      De esta manera, la sociología condiciona a la pedagogía porque los fines educativos serán fines sociales o sociológicos.
      A la pedagogía, por su parte, solo le corresponde la búsqueda de la actualización de esos fines, es decir, de los “medios” concretos para alcanzar esos fines, convirtiéndola en una didáctica.
A continuación veremos tres tipos de sociología enciclopédica:
1.   Sociopedagogía ideológica
2.   La ciencia de la educación de Durkheim
3.   La sociología de la educación norteamericana

La sociopedagogía ideológica
      Se desarrolló sobre todo en Alemania durante el primer tercio del siglo XX (nacionalsocialismo) y en Rusia después de la revolución bolchevique de 1918.
      Está basado en el pensamiento de Karl Marx.
      Después de la 2ª GM influyó en todos los pedagogos de los países socialistas de Europa, Asia y América Latina.
      Analiza y explica los factores sociales y económicos que actúan en una situación educativa dada.
      Es una pedagogía que erige en mito un aspecto de la realidad social, como puede ser la clase social, la raza, la nación, etc. y favorece a la sociedad en desmedro del individuo o del hombre.
      Considera que las viejas tradiciones, el orden del mundo, los intereses de ciertos grupos, etc. se deben mantener o restaurar mediante una “correcta” educación.
      Por ello, se ve en la educación un mecanismo de poder de gran potencia para servir a determinados fines ideológicos.
      Para Marx, el valor y misión histórica del proletariado, como clase social, es luchar contra la burguesía para lograr una sociedad sin clases (determinismo histórico).
      Por eso, la educación debe transformarse en un elemento fundamental para dar el poder al proletariado.
      Entonces, la pedagogía debe fijar el contenido socio-ideológico que se trasmitirá.
      Lamentablemente estos contenidos se transforman en “adoctrinamiento”, en una técnica de control social.
      El “compromismo” ideológico que se adquiere limita el ámbito de reflexión de la pedagogía.

La ciencia de la educación de Durkheim
      Está basado en el pensamiento de Emile Durkheim (1858-1917), sociólogo francés a quién se considera el fundador de la sociología de la educación.
      Durkheim consideró que el fenómeno educativo era únicamente un fenómeno social.
      Esto condujo a un “sociologismo” de la educación.
      Esto implica, por un lado, que el fenómeno educativo está inmerso en la sociedad y es una manifestación más de ella (como la lengua, el arte, la moral, la religión).
      Y, por el otro, que la sociología [de la educación] sería la ciencia que se haría cargo de conocer éste fenómeno, es decir, el fenómeno educativo sería su objeto de estudio.
      De esta manera se crearía una pedagogía científica, la ciencia de la educación.
      Durkheim considera que el Estado debe someter bajo su control a la educación con el fin de evitar una enseñanza antisocial.
      Como consecuencia, el proceso educativo se transforma en un proceso de “adaptación metódica” a la sociedad.
      La función de “La ciencia de la educación” sería reflexionar en el proceso de adaptación social y tomar las medidas pertinentes para evitar los comportamientos antisociales.
      Su único objetivo sería la mera adaptación social del niño o del adolescente a la sociedad en la que vive.
      Los críticos de Durkheim consideraron sus ideas como “un sociologismo pedagógico” más que una ciencia de la educación. Por ello, consideraron que se trataba solamente de una corriente pedagógica.
      Sin embargo, este planteamiento de Durkheim hace ver cómo la sociología constituye el fundamento de la pedagogía, y ésta desaparece como ciencia independiente; se transforma en una ciencia social que depende de la sociología.

La sociología de la educación norteamericana
      La influencia del pensamiento de Herbert Spencer se manifestó en el pensamiento pedagógico de EEUU a finales del siglo XIX y principios del XX.
      Lester Ward (1841-1913); sociólogo, paleontólogo y botánico estadounidense, fundador de la sociología norteamericana desempeñó un papel importante en el acercamiento de la pedagogía a la sociología.
      Fue creador de la que se denomina sociología de la educación norteamericana, una corriente pedagógica de claro contenido sociológico.
      Se trataba de una pedagogía social y pragmática, que trataba con una educación para la vida con una tendencia muy marcada hacia el “psicologismo”.
      Lester Ward divide a la sociología en sociología pura y sociología aplicada. Dentro del ámbito de la sociología aplicada ubicó a la educación.
      El objetivo de la sociología aplicada (pragmática) dentro de la educación sería alcanzar “el ideal social para la vida”.
      Los fines y contenidos pedagógicos son claramente sociales y mediante una técnica educativa de “control social” llevan a una nueva forma de vida, la sociocracia, basada en una educación popular y científica.
      La sociología de la educación se concentra en el análisis de los factores sociales que determinan el proceso educativo y en el examen sociográfico de los establecimientos educativos.
      John Dewey, filósofo, pedagogo y psicólogo estadounidense (1859-1952) es el representante clásico de la filosofía pragmática (educación para la vida).
      Dewey y su “escuela” enseñaban que el “poder” del conocimiento sociológico debe ser utilizado para dominar la naturaleza y servir al progreso social.
      Entonces, la educación debe ayudar al progreso social.
      La sociología de la educación utilizó el pensamiento de Dewey para justificar y admitir una sociología normativa y enciclopédica.
      En la medida que era el método de conocimiento del fenómeno educativo, proveía los fines educativos y servía como técnica de control social.
      Finalmente, al tratarse de una corriente pedagógica, la sociología de la educación norteamericana no hace ningún aporte a la sociología de la educación.

Pedagogía y sociología analítica
      Adopta un carácter descriptivo, analítico y explicativo de los fenómenos y problemas sociales.
      Adopta una metodología estrictamente científica en el sentido de las ciencias naturales.
      Gracias a sus maestros: Durkheim, Toennies, Simmel y Weber busca concentrarse en el “hecho social” o en otras palabras en “el comportamiento o acción social”.
      Ya no tiene a la sociedad como objeto de conocimiento.
      Puede estudiar el fenómeno o proceso educativo pues se trata de un fenómeno social.
      Al partir del mismo fenómeno que analiza y estudia, establece relación con la pedagogía, pero sin caer en el error de creer que es un fenómeno exclusivamente social, ya que también es un fenómeno pedagógico, psicológico, biológico, etc.
      Entonces, el tipo de relación que se establece entre la sociología y la pedagogía es que cada una como disciplina autónoma tratan, desde su perspectiva teórica, el mismo fenómeno.

Relación entre la pedagogía y la sociología
      Es ampliamente sabido que el fenómeno educativo es el objeto de estudio de la pedagogía como la ciencia de la educación.
      Pero como la educación se da en un contexto social (una familia, una escuela, una comunidad religiosa, una clase social, una sociedad), la pedagogía necesita la ayuda de la sociología para explicarlo.
      La sociología se vuelve entonces, en una ciencia auxiliar de la pedagogía como la psicología, la ética, la biología, etc.
      La sociología explicará el aspecto social del fenómeno educativo y el contexto social en el cual se da.
      Pero lamentablemente, se sigue cayendo en confusiones que empañan la relación entre estas dos ciencias o disciplinas.
      Le corresponde, sin embargo, a la pedagogía la tarea de la síntesis de todas las contribuciones de todas las disciplinas que tratan con la educación.

TEMA 1:LA PEDAGOGIA Y LA SOCIOLOGIA EN SU HISTORIA

El enciclopedismo, la sociología analítica, el individualismo y las pedagogías sociales y culturales dentro de los siglos XIX y XX

El individualismo de la pedagogía del siglo XIX
      La finalidad de la pedagogía durante este siglo fue constituirse en ciencia.
      Siguió una línea o posición individualista.
      Su ideal primario fue concentrarse en el estudio del hombre individual para afirmar su valor como individuo.
      Lamentablemente, esta postura cerró la posibilidad de una relación con la sociología y como consecuencia se estudió el fenómeno educativo desde una visión puramente psicológica.
      La reflexión pedagógica estuvo poderosamente influida por el pensamiento de Juan Federico Herbart (1776-1841); un filósofo, psicólogo y pedagogo alemán. 
      Por un lado, luchó por “una amplia y firme base empírica (experiencia) para la teoría de la educación”.
      Debido a ello se le conoce como el creador de la pedagogía científica.
      Por otro lado, sin embargo, limitó el estudio del fenómeno educativo a un fenómeno psicológico, cerrando las posibilidades de estudiarlo desde el punto de vista de la sociología.
      La pedagogía se orientó a estudiar los problemas del sistema educativo de aquella época.
      Se concentró en la educación formal, específicamente en la escuela.
      Analizó los métodos de enseñanza, los planes y programas de estudio y las dificultades de aprendizaje.
      La pedagogía quedó reducida a pura didáctica.
      Esto sucedió principalmente por pretender adoptar las bases de las ciencias naturales y aplicarlas a la pedagogía.
Las pedagogías sociales y culturales de los siglos XIX/XX
       A finales del siglo XIX y principios del XX la situación histórico-sociocultural del mundo estaba cargada de “problemas sociales”.
       El orden social establecido “tambaleaba” como consecuencia de los denominados  “movimientos o revoluciones sociales”.
      La educación individualista que había privado durante el siglo XIX no pudo adaptarse a estos cambios.
      En el ámbito educativo, la realidad demostraba que no se “habían logrado” los éxitos esperados en el sistema educativo formal.
      Surgieron los macro problemas educativos como el analfabetismo, la deserción escolar, la delincuencia, las conductas antisociales, etc.
      La pedagogía tuvo que abocarse a buscar soluciones a esta nueva realidad.
      Los pedagogos encontraron nuevas bases teóricas para fundar y sostener sus reflexiones sobre la realidad educativa.
      Surgieron las corrientes conocidas como pedagogías sociales y culturales (culturalistas).
      Ejemplos de estas pedagogías son: La “nueva” psicología Gestalt, la “filosofía social” o las “ciencias de la cultura”.
      Estas nuevas pedagogías comienzan a destacar el “perfil social” que presenta el fenómeno educativo.
      En la medida en que se conocía más profundamente el fenómeno educativo, los pedagogos vieron que se podía estudiar de forma concreta e histórica.
      Estos nuevos planteamientos surgieron, por un lado, de la evolución de la teoría (ciencias sociales) y, por el otro, de la praxis (la realidad concreta).
      Aunque se produjo una crisis interna dentro de la pedagogía, esto abrió la posibilidad de un acercamiento, antes inexistente, entre la pedagogía y la sociología.
El enciclopedismo de la sociología del siglo XIX 
      La sociología del siglo XIX considera a la “sociedad” como objeto único de la reflexión sociológica y, por lo tanto, negaba al “individuo” como ser social o como “individualidad” relevante para la sociología.
      Esta sociología concentró su atención en el “orden” o estabilidad de la sociedad y en el “progreso” o evolución de la misma.
      Lógicamente, el fenómeno educativo, pasaba a ser una “manifestación” del llamado “organismo social”, su manera natural de conservarse o mantenerse (el orden) y desarrollarse (el progreso).
      La intención de los primeros sociólogos (Comte, Spencer, Marx), era conocer a la sociedad como totalidad, estudiando todos sus fenómenos generales y comunes.
      Raymond Aron, filósofo y sociólogo francés (1905-1983) denominó a esta sociología como “sociología enciclopédica”, ya que por un lado abarcaba todos los fenómenos sociales y humanos, y, por el otro, comprendía “todos” los conocimientos sobre los mismos.
      El planteamiento que tenía la sociología enciclopédica sobre la sociedad no permitía puntos de contacto con la pedagogía individualista de ese mismo siglo.
      Los campos de actuación tanto de la pedagogía como de la sociología estaban perfectamente divididos.
      Había una “separación” completa entre los pedagogos y los sociólogos cuando consideraban el fenómeno educativo.
      Cada cual cumplía “su” tarea, ignorando al otro.
      La sociología se preocupaba por encontrar y estudiar las llamadas leyes generales de la “dinámica social” o de la “evolución social”, buscando su validez universal.
      Mediante el conocimiento de esas leyes era posible determinar los fenómenos sociales del futuro, y, por lo tanto, crear una teoría social que ordenara y dirigiera el comportamiento social e individual de los hombres.
      Lamentablemente, al entrar en este campo, la sociología dejó de ser una ciencia positiva.
La sociología analítica de principios del siglo XX
      Cuando se puso en duda el carácter científico de las ciencias sociales se produjo una crisis interna en la misma teoría sociológica.
      Esta crisis condujo a un replanteamiento del objeto de estudio de la sociología con el fin de concentrarse en una “manifestación” asequible al método científico.
      Max Weber y Emile Durkheim tratan por primera vez de elaborar una sociología estrictamente positiva, empíricamente asequible al método científico.
      A esta nueva sociología, Raymond Aron  la denominó sociología analítica.
      La concentración en la acción o el comportamiento humano (especialmente el social) llega a ser un concepto fundamental.
      Sitúa al hombre en una sociedad concreta que condiciona su comportamiento, haciéndolo a él mismo una manifestación de esa misma sociedad o del grupo en el que actúa.
      Su comportamiento social, si bien lo ejecutaba el hombre, no le pertenecía, sino que era del grupo, de la sociedad, de la gente.
      Ya no se trataba con la “sociedad” sino con los verdaderos fenómenos sociales que permitían una auténtica observación de los mismos, y también, una verificación de las hipótesis, tal como lo reclamaba el método científico.
      El fenómeno educativo no pasó inadvertido. Durkheim lo vio por primera vez como un fenómeno social que podía ser objeto de la sociología. Y con ello se hizo posible la Sociología de la educación.
      El comportamiento social educativo y sus productos constituyen en la actualidad el objeto de la Sociología de la educación.
      El planteamiento de la sociología analítica y en especial los planteamientos de Weber y Durkheim, abrieron las posibilidades de tratar con la pedagogía, al descubrir en el fenómeno educativo también un fenómeno social.

      También, las pedagogías sociales y culturales permitieron apreciar el fenómeno educativo en toda su complejidad y como un fenómeno social, abriendo las puertas a un diálogo entre la sociología y la pedagogía.

TEMA 1:LA PEDAGOGÍA Y LA SOCIOLOGÍA EN SU HISTORIA

1.1 Individuo y sociedad en la pedagogía y la sociología

El concepto de individuo es sin duda de gran complejidad y riqueza. En términos  generales es utilizado para hacer referencia al ser humano o al hombre, en tanto este no puede ser dividido o fragmentado. El individuo es, así, la unidad más pequeña y simple de los complejos sistemas sociales y también la fuente a partir de la cual los mismos se establecen y organizan.

La definición del concepto de individuo puede establecerse a diversos niveles. Si se comienza por el nivel ontológico, es decir, del estudio del ser en general y de sus propiedades trascendentales, no hay duda que la noción de individuo se vio profundamente enriquecida con las teorías del filósofo francés R. Descartes quien propuso la famosa frase “Pienso, luego existo”. A través de ella, el individuo es tal en cuanto tenga la capacidad de pensar, de reflexionar y de recurrir a sus dotes racionales. Al mismo tiempo, esta frase reconoce el posicionamiento del individuo en un medio en el cual existe, vinculándose entonces con todo aquello que lo rodea.

En otro sentido, también se ha propuesto la idea del individuo como un ser único e irrepetible que no puede ser copiado o imitado ya que cada uno surge en un ambiente específico, con determinadas capacidades físicas e intelectuales y en un contexto histórico-espacial determinado. Todos estos elementos lo transforman en un ser indivisible y particular ya que le otorgan las características y rasgos que poseerá (en gran parte) a lo largo de su vida. Sin embargo, el individuo como ser humano no es un elemento previamente diseñado y preestablecido sino que, muy por el contrario, es una persona capaz de aprender, de recibir conocimientos, de adquirir capacidades y de desarrollar cultura. Aquí entra entonces el rol que el medio y la convivencia con otros individuos en sociedad ocupan para que un individuo se convierta en tal.

La sociedad es la unión de varios individuos que cooperan de manera estable para la consecución de un bien común. La primera sociedad que surge en la historia es la familia, raíz de todas las otras sociedades; desde la familia, el hombre se proyecta hacia los demás.

El mejor o peor funcionamiento de la familia determina, en forma directamente proporcional, la mejor o peor calidad de vida que esa sociedad puede ofrecer. Hoy, los cambios que han influido de manera notable en las costumbres, hábitos y creencias del grupo familiar han significado el paso de una sociedad antigua a una moderna.

En el pasado, la familia estaba integrada por una cantidad mayor de personas, los abuelos, los padres, los hijos y, con frecuencia, los tíos. Bajo estas circunstancias, los roles estaban claramente marcados: la autoridad paterna, la comprensión y el amor materno, el respeto filial. Los valores que gobernaban este conjunto eran: el honor, la lealtad recíproca, la solidaridad, etc.

Hoy, las nuevas condiciones de vida urbana e industrial - tecnológica no resisten este esquema. En el presente, la familia se empequeñece: padre, madre y dos o tres hijos como promedio. La familia se hace móvil, al no aferrarse a una propiedad; emigra del campo a la ciudad buscando mejores perspectivas de trabajo. En estas circunstancias, los roles tradicionales resultan a veces difusos.
La familia pierde estabilidad con la separación cada vez más frecuente de los padres, con el temprano alejamiento o desarraigo de los hijos adolescentes que emigran a los institutos de educación superior en ciudades distantes. Entonces, la familia deja de ser el factor básico en la vida de un individuo, para transformarse sólo en una etapa de la vida.
Hoy, constatamos que, funciones que habían sido tradicionales en la familia, ya no lo son, como la justicia, el culto y la instrucción; tareas que en el presente han sido asumidas por otras instituciones.
Además de la familia, cada individuo forma parte de numerosas agrupaciones sociales: la escuela, el club deportivo, la junta de vecino, el sindicato, la empresa, el grupo religioso, el partido político, etc. Distintos propósitos pueden tener las personas cuando forman grupos, sin embargo, cuando se quiere realizar una tarea en común es preciso converger hacia un fin que sea acordado y aceptado por todos para que éste se logre realizar. Esta idea está presente cuando se forma una sociedad, una organización de personas. Cuando las costumbres, la cultura, el entorno geográfico y los lazos afectivos unen a un grupo humano se habla de una comunidad de individuos, como los grupos étnicos o comunidades indígenas de nuestro país.
Estos grupos son conscientes de que comparten cierta unidad y que pueden actuar colectivamente en busca de una meta. Las relaciones entre sus miembros son muy fuertes y con pautas de comportamiento acordadas por tradiciones y  costumbres que tienden a mantener siempre.
Tanto en las sociedades como en las comunidades existen normas y reglas que facilitan la convivencia, de no ser así, la vida entre varias personas con distintas características, intereses, ideas, etc., sería difícil de llevar, especialmente cuando se debe respetar los derechos y deberes que cada uno tiene por igual.
Las sociedades son una forma de agrupación humana, en la cual sus integrantes se unen según intereses comunes y determinan los objetivos que desean lograr. Para obtener la meta propuesta, la sociedad de personas se organiza; establece normas y procedimientos a seguir, elige autoridades y se determinan responsabilidades, principalmente. Hay muchos tipos de sociedades: clubes deportivos, sindicatos, empresas, hospitales, escuelas, municipalidades, etc.

Al unirse el hombre en sociedad, aspira a alcanzar los bienes y servicios necesarios para satisfacer todas sus necesidades y requerimientos, tales como la enseñanza escolar, la seguridad, los medios para el cuidado de la salud, la alimentación, el deporte y la recreación, etc. Así se van formando las demás sociedades hasta alcanzar la sociedad mayor: el Estado.

En relación a la sociedad políticamente organizada, han existido desde la antigüedad: la polis griega, el Imperio Romano, la sociedad feudal y el Estado moderno.

El Estado, tal como lo conocemos hoy, es un tipo de sociedad. Es un sistema social más amplio y complejo y está institucionalizado. Contiene un ordenamiento jurídico que marca las pautas y normas a seguir para conseguir el bien común general de la nación. El Estado, concebido como un todo armónico y ordenado, pretende ayudar a todos y a cada uno a alcanzar su más pleno desarrollo en función de su naturaleza y objetivos.
Cuando las personas naturales o jurídicas quieren poner algo en común con el fin de repartir entre sí las ganancias que de ello provenga, reúnen capitales y unen esfuerzos para lograr los objetivos propuestos. Estas personas deben celebrar un contrato de sociedad determinando el tipo de actividad lícita que van a realizar, no contraviniendo las leyes ni el orden y la moral social establecida en la Constitución de su país.
En consecuencia, resultan variados tipos de sociedades, a saber: las sociedades civiles y las comerciales, las de personas y de capitales como las sociedades anónimas abierta o cerrada, las sociedades en comandita y las sociedades de responsabilidad limitada.
Normas de comportamiento
Al vivir en sociedad, se hace indispensable un orden, un mecanismo que regule la conducta de las personas, de tal manera que se respeten los derechos y las libertades de todos por igual; con ello surgen las normas.
La norma es una ordenación del comportamiento humano según un criterio que conlleva una sanción al no ser cumplida. La norma también puede ser coactiva, es decir, la posibilidad de utilizar la fuerza para que se cumpla.
Las normas tienen como finalidad establecer cómo debe comportarse la persona, es un "deber ser" u obligación.
Existen variadas normas de comportamiento o "sistemas normativos". Estos son:
§  La norma religiosa: Regula el comportamiento según un punto de vista sobrenatural. Su fin es que la persona alcance la santidad a través del convencimiento libre y espontáneo, no existe obligación de acatar los preceptos religiosos y la sanción es la no salvación de la persona.
§  La norma moral: Apunta al perfeccionamiento del hombre, desde la perspectiva de su bien personal, su fin es la bondad. La sanción está dada por el hecho de no lograr el perfeccionamiento. Por otro lado es incoercible.
§  La norma de trato social: Tiene por meta regular el actuar social de tal modo de lograr una convivencia lo más agradable posible. Varían según la cultura, la época, etc. No son coactivas pero existe una obligación forzada por el medio o grupo social al cual la persona pertenece.
§  La norma jurídica: Es un conjunto de reglas que tiene por objeto ordenar y garantizar la vida en sociedad de la persona humana. Los valores que la sustentan son la seguridad y la justicia. Es de carácter imperativo y coercible pues impone deberes y obligaciones que han de ser cumplidos, pudiendo hacer uso de la fuerza en caso de no ser acatada.


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