El concepto
de individuo es sin duda de gran complejidad y riqueza. En términos generales es utilizado para hacer referencia
al ser humano o al hombre, en tanto este no puede ser dividido o fragmentado.
El individuo es, así, la unidad más pequeña y simple de los complejos sistemas
sociales y también la fuente a partir de la cual los mismos se establecen y
organizan.
La definición del
concepto de individuo puede establecerse a diversos niveles. Si se comienza por
el nivel ontológico, es
decir, del estudio del ser en
general y de sus propiedades trascendentales, no hay duda que la noción
de individuo se vio profundamente enriquecida con las teorías del filósofo francés
R. Descartes quien propuso la famosa frase “Pienso, luego existo”. A través de ella, el individuo es tal en cuanto
tenga la capacidad de pensar, de reflexionar y de recurrir a sus dotes
racionales. Al mismo tiempo, esta frase reconoce el posicionamiento del individuo en un medio en
el cual existe, vinculándose entonces con todo aquello que lo rodea.
En otro sentido,
también se ha propuesto la idea del individuo como un ser único e irrepetible
que no puede ser copiado o imitado ya que cada uno surge en un ambiente específico, con
determinadas capacidades físicas e intelectuales y en un contexto histórico-espacial
determinado. Todos estos elementos lo transforman en un ser indivisible
y particular ya que le otorgan las características y
rasgos que poseerá (en gran parte) a lo largo de su vida. Sin embargo, el individuo como
ser humano no es un elemento previamente diseñado y preestablecido sino que,
muy por el contrario, es una persona capaz de aprender, de recibir
conocimientos, de adquirir capacidades y de desarrollar cultura. Aquí entra entonces el rol que
el medio y la convivencia con otros individuos en sociedad ocupan para que un
individuo se convierta en tal.
La sociedad es la unión de varios individuos que cooperan de manera estable para la consecución de un bien común. La primera sociedad que surge en la historia es la familia, raíz de todas las otras sociedades; desde la familia, el hombre se proyecta hacia los demás.
El mejor o peor funcionamiento de la
familia determina, en forma directamente proporcional, la mejor o peor calidad
de vida que esa sociedad puede ofrecer. Hoy, los cambios que han influido de
manera notable en las costumbres, hábitos y creencias del grupo familiar han
significado el paso de una sociedad antigua a una moderna.
En el pasado, la familia estaba
integrada por una cantidad mayor de personas, los abuelos, los padres, los
hijos y, con frecuencia, los tíos. Bajo estas circunstancias, los roles estaban
claramente marcados: la autoridad paterna, la comprensión y el amor materno, el
respeto filial. Los valores que gobernaban este conjunto eran: el honor, la
lealtad recíproca, la solidaridad, etc.
Hoy, las nuevas condiciones de vida urbana e industrial - tecnológica no
resisten este esquema. En el presente, la familia se empequeñece: padre, madre
y dos o tres hijos como promedio. La familia se hace móvil, al no aferrarse a
una propiedad; emigra del campo a la ciudad buscando mejores perspectivas de
trabajo. En estas circunstancias, los roles tradicionales resultan a veces
difusos.
La familia pierde estabilidad con la separación cada vez más frecuente
de los padres, con el temprano alejamiento o desarraigo de los hijos
adolescentes que emigran a los institutos de educación superior en ciudades
distantes. Entonces, la familia deja de ser el factor básico en la vida de un
individuo, para transformarse sólo en una etapa de la vida.
Hoy, constatamos que, funciones que habían sido tradicionales en la
familia, ya no lo son, como la justicia, el culto y la instrucción;
tareas que en el presente han sido asumidas por otras instituciones.
Además de
la familia, cada individuo forma parte de numerosas agrupaciones sociales: la
escuela, el club deportivo, la junta de vecino, el sindicato, la empresa, el
grupo religioso, el partido político, etc. Distintos propósitos pueden tener
las personas cuando forman grupos, sin embargo, cuando se quiere realizar una
tarea en común es preciso converger hacia un fin que sea acordado y aceptado
por todos para que éste se logre realizar. Esta idea está presente cuando se
forma una sociedad, una organización de personas. Cuando las costumbres, la
cultura, el entorno geográfico y los lazos afectivos unen a un grupo humano se
habla de una comunidad de individuos, como los grupos étnicos o comunidades
indígenas de nuestro país.
Estos
grupos son conscientes de que comparten cierta unidad y que pueden actuar
colectivamente en busca de una meta. Las relaciones entre sus miembros son muy
fuertes y con pautas de comportamiento acordadas por tradiciones y costumbres que tienden a mantener siempre.
Tanto en
las sociedades como en las comunidades existen normas y reglas que facilitan la
convivencia, de no ser así, la vida entre varias personas con distintas
características, intereses, ideas, etc., sería difícil de llevar, especialmente
cuando se debe respetar los derechos y deberes que cada uno tiene por igual.
Las
sociedades son una forma de agrupación humana, en la cual sus integrantes se
unen según intereses comunes y determinan los objetivos que desean lograr. Para
obtener la meta propuesta, la sociedad de personas se organiza; establece
normas y procedimientos a seguir, elige autoridades y se determinan
responsabilidades, principalmente. Hay muchos tipos de sociedades: clubes
deportivos, sindicatos, empresas, hospitales, escuelas, municipalidades, etc.
Al unirse el hombre en sociedad, aspira
a alcanzar los bienes y servicios necesarios para satisfacer todas sus
necesidades y requerimientos, tales como la enseñanza escolar, la seguridad,
los medios para el cuidado de la salud, la alimentación, el deporte y la
recreación, etc. Así se van formando las demás sociedades hasta alcanzar la
sociedad mayor: el Estado.
En relación a la sociedad políticamente organizada,
han existido desde la antigüedad: la polis griega, el Imperio Romano, la sociedad
feudal y el Estado moderno.
El Estado,
tal como lo conocemos hoy, es un tipo de sociedad. Es un sistema social más
amplio y complejo y está institucionalizado. Contiene un ordenamiento jurídico
que marca las pautas y normas a seguir para conseguir el bien común general de
la nación. El Estado, concebido como un todo armónico
y ordenado, pretende ayudar a todos y a cada uno a alcanzar su más pleno
desarrollo en función de su naturaleza y objetivos.
Cuando las
personas naturales o jurídicas quieren poner algo en común con el fin de
repartir entre sí las ganancias que de ello provenga, reúnen capitales y unen
esfuerzos para lograr los objetivos propuestos. Estas personas deben celebrar
un contrato de sociedad determinando
el tipo de actividad lícita que van a realizar, no contraviniendo las leyes ni
el orden y la moral social establecida en la Constitución de su país.
En
consecuencia, resultan variados tipos de sociedades, a saber: las sociedades
civiles y las comerciales, las de personas y de capitales como las sociedades
anónimas abierta o cerrada, las sociedades en comandita y las sociedades de
responsabilidad limitada.
Normas de comportamiento
Al vivir
en sociedad, se hace indispensable un orden, un mecanismo que regule la
conducta de las personas, de tal manera que se respeten los derechos y las
libertades de todos por igual; con ello surgen las normas.
La norma
es una ordenación del comportamiento humano según un criterio que conlleva una
sanción al no ser cumplida. La norma también puede ser coactiva, es decir, la
posibilidad de utilizar la fuerza para que se cumpla.
Las
normas tienen como finalidad establecer cómo debe comportarse la persona, es un
"deber ser" u obligación.
Existen
variadas normas de comportamiento o "sistemas normativos". Estos son:
§ La
norma religiosa: Regula
el comportamiento según un punto de vista sobrenatural. Su fin es que la
persona alcance la santidad a través del convencimiento libre y espontáneo, no existe obligación de acatar
los preceptos religiosos y la sanción es la no salvación de la persona.
§ La
norma moral: Apunta al perfeccionamiento del
hombre, desde la perspectiva de su bien personal, su fin es la bondad. La sanción está dada por el
hecho de no lograr el perfeccionamiento. Por otro lado es incoercible.
§ La
norma de trato social: Tiene por meta regular el actuar
social de tal modo de lograr una convivencia lo más agradable posible. Varían según la cultura, la
época, etc. No son
coactivas pero existe una obligación forzada por el medio o grupo social al
cual la persona pertenece.
§ La
norma jurídica: Es
un conjunto de reglas que
tiene por objeto ordenar y garantizar la vida en sociedad de la persona
humana. Los valores que la sustentan son la seguridad y la justicia. Es de carácter imperativo y
coercible pues impone deberes y obligaciones que han de ser cumplidos,
pudiendo hacer uso de la fuerza en caso de no ser acatada.
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