viernes, 16 de agosto de 2013

TEMA V: LA EDUCACIÓN COMO OBJETO DE LA SOCIOLOGÍA 5.3 El análisis del desarrollo humano como perspectiva dinámica para apreciar el proceso educativo 5.4 Tendencias y perspectivas de la sociología de la educación

LICENCIATURA EN PEDAGOGIA
ASIGNATURA: SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
TEMA V: LA EDUCACIÓN COMO OBJETO DE LA SOCIOLOGÍA
5.3 El análisis del desarrollo humano como perspectiva dinámica para apreciar el proceso educativo
5.4 Tendencias y perspectivas de la sociología de la educación

El análisis del desarrollo humano como perspectiva dinámica para apreciar el proceso educativo

La función de aprendizaje de roles, sea espontánea (proceso de socialización) o intencional (proceso de educación) implica una dinámica mas o menos coordinada que va de lo simple y específico a lo complejo y general.

Tanto el proceso de socialización como el de educación corren paralelos a un proceso de maduración o desarrollo biológico, psíquico, psicológico, etc. del hombre. A mayor maduración o desarrollo del hombre corresponde una mayor “maduración” o “desarrollo social” del hombre (hasta los 25 años de edad).

Los procesos de socialización y educación son progresivos (al menos hasta cierta edad) y graduales (por lo menos en cierto periodo). Por ello, los sistemas educativos formales se han organizado en torno a estos dos postulados generales.

Se advierte que el aprendizaje de ciertos roles “facilita” o “resiste” el aprendizaje de otros, y que cuando se lo hace en forma progresiva y gradual, se va produciendo un “reforzamiento” de los roles aprendidos y una “facilidad” de roles por aprender.

El aprendizaje de los roles, sea espontáneo o intencional se ejercita mediante la “participación” en las estructuras sociales o mediante la “comunicación” de contenidos culturales en función de una meta. Estos son los mecanismos para el aprendizaje de los roles. Ambos mecanismos siguen un determinado “ritmo” progresivo y gradual, que corresponde a la maduración o desarrollo del hombre, que comienza con el nacimiento y termina con la muerte.

La etapa de la niñez dividida en dos subetapas, del nacimiento a los 5/6 años y de los 5/6 años a la pubertad (12/13 años) correspondería sociológicamente a la etapa de la participación en la estructura doméstica (familia principalmente).
En la primera subetapa el niño participa de “tiempo completo” en la estructura doméstica y se le comunican los patrones de comportamiento (roles domésticos) de esa estructura.

En la segunda etapa el niño participa de “tiempo parcial” en la estructura doméstica y de “tiempo parcial” en la estructura sociocultural (grupo de amigos, escuela, grupo religioso, etc.) y se le comunican los patrones de comportamiento (roles socioculturales) de dichas estructuras.

Los periodos comprendidos entre los 12/13 años y los 21 a 25 años tienen a su vez 2 subetapas: la adolescencia y la juventud cuya línea divisoria sería a los 18/19 años.

En este periodo existe una participación en las estructuras sociales y una comunicación de contenidos culturales distintos pero cada vez más generales y complejos. Por ejemplo, la participación en las estructuras económica y política con su respectiva comunicación de patrones de conducta correspondientes a esas estructuras.

Aproximadamente a los 25 años se estará en el momento de la “plena maduración social”, es decir, cuando las sociedades occidentales consideran que el hombre tiene la “plena capacidad social y jurídica”. Sociológicamente, es posible participar, teóricamente, en todas las estructuras sociales de una sociedad determinada.

No existen en la actualidad estudios específicos que indiquen cuál es el orden de sucesión en el aprendizaje de los roles. Tal vez esa sea una tarea que deberá emprender la sociología de la educación, así como determinar los “mecanismos” que explican esos aprendizajes y que van predisponiendo a los mismos.

El hombre es tradición y cambio (innovación) y, por lo tanto, pueden orientarse y dirigirse los procesos de socialización y educación en las estructuras sociales mediante la política, y en las potencialidades sociales humanas, mediante la pedagogía, La sociología de la educación tiene que orientarse sobre estas bases.





Tendencias y perspectivas de la sociología de la educación

La sociología de la educación deberá sistematizar todo el material empírico que existe que trate con el problema de aprendizaje de los roles, sea en el proceso de socialización o en el proceso de educación.

Mucho del material existente sobre sociología de la educación, sobre todo en Estados Unidos, se refiere al aprendizaje de roles en las estructuras sociales educativas. Faltarían estudios en otras estructuras en las que se cumple esa función.

Mucho de ese material es meramente descriptivo en la medida que analiza la organización de las estructuras sociales educativas (la escuela y el aula principalmente), sus roles, sus funciones, etc. Estos estudios no corresponden a la sociología de la educación sino a la sociología de las organizaciones.

No se trata de analizar los roles educativos sino de analizar y explicar el aprendizaje de dichos roles (educativos o no) tanto en las estructuras sociales educativas como en otros estructuras sociales.



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